Historia

Historia

La localidad de Fuentes de Andalucía se sitúa en las fértiles llanuras de la campiña sevillana, entre las cuencas de los ríos Genil y Corbones, situada a 62 km. de la capital hispalense y contando con un término municipal cuya extensión asciende a 150,09 km2.

Su orografía está formada por una planicie de carácter terciario, con una suave inclinación y alterada por cerros testigos del levantamiento penibético, sobre uno de los cuales se encuentra enclavado el núcleo de población, con una altitud media de 100 m sobre el nivel del mar.

La red hidrográfica del municipio está constituida por el arroyo Madre Fuentes, que nace en el propio casco urbano y tras atravesar el término en dirección sur, le sirve de límite en su parte oriental.

Su economía es, y así lo ha sido históricamente, de carácter eminentemente agrícola, lo que ha constituido el principal elemento para la desaparición de gran parte de la flora y la fauna autóctona, con la eliminación de bosques bajos de matorral y desecación de lagunas.

En este contexto geográfico es donde se sitúa y tiene su actividad la hoy denominada «Nuestra Señora del Rosario, Sociedad Cooperativa Andaluza». Una entidad que fue constituida oficialmente con fecha de 23 de marzo del año 1961 como Cooperativa del Campo, tomando su nominación de la patrona de la localidad y siendo su primer presidente José María Conde Moreno.

Eran unos años marcados por una difícil situación económica y social, tanto a nivel nacional como en términos locales, caracterizada por diferentes evoluciones que modificaron profundamente la agricultura generando éxodo rural de cientos de vecinos a otras regiones de España y Europa, desarrollo técnico, crisis en distintos sectores de producción…

Ante esta situación y en un ámbito geográfico donde la cultura del olivar y el cereal eran predominantes, un grupo de 91 agricultores fontaniegos dieron cuerpo a la Cooperativa «Ntra. Sra. del Rosario» para hacer frente a semejantes cambios y defender en el mercado la producción de sus tierras, en una época donde la extensión de olivar en el término municipal era considerablemente alta.

La entidad fue constituida originariamente como almazara de aceite de oliva, y comenzó a construirse en terrenos situados al límite del núcleo urbano, junto al Cementerio Municipal, en un lugar estratégico al pie de la carretera que atravesaba el pueblo uniendo éste con la carretera Nacional IV y el pueblo de La Campana, por el noroeste, y con la conocida como carretera de la Platosa, en dirección a Marchena, Lantejuela y Osuna por el sureste. Una parcela que fue adquirida por escritura pública a Carmen y Rosario Rodríguez Jiménez en junio de 1961, contando con una superficie de suelo de 25.000 m2 que en la actualidad se encuentran prácticamente dentro del núcleo urbano y a la vez integrado en el mismo, con un espacio construido de 6.000 m2.

El nacimiento de la cooperativa, conjuntamente con la construcción del Silo de Cereales del Servicio Nacional del Trigo, que comenzó a construirse en 1959 y puesto en servicio en torno a 1961, marcaron la geografía de esta localidad agropecuaria, donde las casonas de los cortijos y los molinos aceiteros de viga, con sus típicas torres de contrapeso, habían sido la estructura agrícola predominante del lugar.

En octubre de 1961 el Ayuntamiento concedió a la Cooperativa la licencia municipal de apertura para la actividad de extracción de aceite de oliva, en unas modernas instalaciones que fueron inauguradas por el Gobernador Civil de la provincia, José Utrera Molina, y el Presidente de la Diputación Provincial, Miguel Maestre Lasso de la Vega, y bendecidas el 12 de diciembre de 1963, aunque la primera campaña agrícola en la que mantuvo actividad la nueva entidad fue la de 1961/1962.

Debido a la poca rentabilidad de la aceituna «de molino», a lo largo de la década de 1960, el cultivo del olivar fue desapareciendo del término fontaniego, pasando la superficie ocupada por éste a tierra calma. Este sustancial cambio provocó el aumento considerable de la producción de cereal, que vino a coincidir con la llegada de nuevos cultivos, como el girasol.

Ante esta nueva realidad, en 1966 la cooperativa comenzó a recepcionar cereal, para lo que hubo que construir silos de almacenamiento: ocho con capacidad para 400.000 kg y otros cuatro para 200.000 kg, contando con un volumen total de cuatro millones de kilos.

Durante los primeros años de actividad la oficina de la cooperativa tuvo curiosamente su sede en una entidad bancaria, la Caja Rural, siendo el primer contable de la sociedad Julio Velázquez García de Vinuesa, que se incorporó a la plantilla de la cooperativa en 1972.

La producción de olivar seguía mermando y aumentando la demanda para almacenamiento de cereal, por lo que en 1974 se construyó un nuevo espacio de acopio, en este caso una nave almacén granero para dos millones y medio de kilos.

En cuanto a la presidencia de la entidad, tras 17 años en manos del presidente fundador, el 3 de noviembre de 1978 fue elegido José María Alejandre González como máxima autoridad de la sociedad, que se mantuvo apenas un año en el cargo, debido a su ausencia constante al residir en Sevilla. Fue sustituido por Juan Alejandre González, que tomó el cargo el 14 de noviembre de 1979.

La cooperativa seguía creciendo y el volumen de negocios de la misma, por lo que en 1982 se comenzaron a construir tres nuevos silos de un millón de kilos cada uno y una limpiadora de granos.

No solo prestaba la cooperativa servicio a sus socios, sino que también lo hacía al SENPA, el Servicio Nacional de Productos Agrarios, organismo estatal dependiente del Ministerio de Agricultura y desaparecido en torno a 1984 cuyo fin principal era ordenar la producción y distribución de los productos agrarios, así como la regulación de los precios de éstos. Una colaboración que estaba basada en la cesión temporal al SENPA de los silos metálicos de la cooperativa para la recepción y venta del cereal.

Ante la competitividad del mercado, y en defensa de los intereses de los socios agricultores, la cooperativa fontaniega formó parte desde un primer momento y se integró en el naciente proyecto «Cereales Sevilla, S. Coop. And.», una entidad asociativa de 2º grado concebida en 1984 y fundada en 1986, que desde entonces comercializa la propia producción de sus veintiséis cooperativas integradas, entre ellas la fontaniega, y que tiene una importante penetración comercial en los mercados regional, nacional y comunitario. La implantación de su red de silos y almacenes por todo el territorio andaluz hacen que su tráfico de comercio exterior se realice por los puertos de Sevilla, Cádiz, Huelva y Málaga.

Continuando en su crecimiento y ampliando la cartera de servicios prestados a los socios, a partir de 1985 la Cooperativa «Ntra. Sra. del Rosario» comienza a recepcionar girasol, un cultivo en auge que hasta la fecha habían sido las propias casas comerciales las que se habían encargado de comprar directamente el producto a los socios.

En enero de 1986 los cooperativistas eligen nuevo presidente, Vicente Andrés García Dana, y al año siguiente la sociedad se integra en la Federación de Cooperativas Agrarias de Sevilla y se construye un nuevo espacio de almacenamiento, en este caso una nava barraca para girasol con capacidad para 3 millones de kilos. En este mismo año, el 15 de mayo de 1987, festividad de San Isidro labrador, la Cooperativa conmemoró su 25 aniversario con la celebración de una Eucaristía en el patio de las instalaciones de la misma y una posterior cena para todos los socios.

El año 1991 marcaría un antes y un después en la historia de la cooperativa que en su origen había nacido como almazara. En asamblea general extraordinaria celebrada el 28 de octubre del mencionado año, los socios acordaron el cierre definitivo de la almazara, debido a sus altos costes de producción y ante la escasa superficie de olivar existente en el término, desmantelándose en 1994 toda la maquinaria de la almazara.

Ante esta nueva realidad, la producción de aceituna de los socios se comenzó a trasladar para su molturación a las instalaciones de la Cooperativa «Ntra. Sra. de las Virtudes, S.C.A.» de La Puebla de Cazalla.

Fue también en 1991 cuando se comenzó a contar con el servicio de suministro de gasóleo B, con la instalación de un surtidor. Una prestación que fue ampliada en 2006, cuando se comienza a servir gasóleo A, ambas modalidades en procedimiento de autoservicio con tarjeta de abonado personal, no solo destinado específicamente a los socios, sino también a terceros autorizados por éstos. Otras de las inversiones significativas a reseñar fue la instalación de una nueva báscula, automática y en autoservicio, en el año 2002.

Desde 2005, el Consejo Rector está presidido por Miguel Fernández Martín, a lo largo de cuyo mandato se ha puesto en servicio un establecimiento de venta de productos agroalimentarios, repuestos y droguería con precios competitivos (2006); se ha pavimentado todo el patio de las instalaciones (2009) y adecentado todo el recinto; y se han construido dos nuevas naves para trigo y girasol (2010) ampliando el capital social, con capacidad para cuatro millones y medio de kilos.

El más reciente de los hechos dignos de mención a lo largo del más de medio siglo de existencia de la Cooperativa «Nuestra Señora del Rosario» es su participación en la cooperativa de 2º grado «Manzanilla Olive S.C.A.», fundada en el año 2010 por la unión de 9 cooperativas agroalimentarias localizadas en la provincia de Sevilla, y con sede social en la localidad de La Puebla de Cazalla. Esta reciente sociedad nace como el primer productor de aceituna de mesa de la variedad «Manzanilla de Sevilla» de la provincia de Sevilla y por tanto el primer productor mundial. Su principal potencial es la garantía de poder ofrecer un servicio de producto integral, ya que a través de sus cooperativas y los agricultores que la componen, es capaz de gestionar y controlar todas las fases de producción desde que la aceituna se encuentra en el campo hasta que llega finalmente al consumidor, después de haber pasado por su transformación y procesado en las plantas de entamado bajo las más estrictas normas y controles de calidad.

Por ello, en el citado año 2010 se comenzó a recepcionar aceituna de verdeo, que se suma a la lista de productos con los que la cooperativa presta servicio a sus socios: aceituna de molino, trigo, girasol, seguros agrícolas, abonos, semillas, productos agroalimentarios, repuestos, gasóleo, asesoramiento técnico administrativo y agrícola, almacenamiento, báscula, limpieza de granos… un amplio abanico de prestaciones que sitúan a «Nuestra Señora del Rosario» en la principal entidad asociativa y económica en términos de negocios de la localidad.

A fecha de 2013, en el 50º aniversario de su bendición e inauguración oficial y a los 52 años de constitución, la Cooperativa «Nuestra Señora del Rosario, S.C.A.» de Fuentes de Andalucía cuenta con 450 socios activos y unas modernas instalaciones con capacidad total de almacenamiento de 12.000 toneladas de cereal y 5.000 de girasol. La sociedad emplea a 8 trabajadores fijos durante todo el año, a los que hay que sumar 2 eventuales en campañas. Al año suministra una media de 800.000 euros en gasóleo A y B y tiene un volumen medio de negocio anual de más de 6 millones de euros.

Una entidad sobradamente activa y renovada, cuyo Consejo Rector y personal de dirección, administración y técnicos se esfuerzan día a día para prestar el mejor y más completo servicio a sus socios, y en constante adaptación a los cambios y necesidades del mercado agrario.